Septiembre 2013 l El Saludo al Sol

El Saludo al Sol es una excelente preparación para comenzar con la sesión de asanas, puesto que activa y moviliza a una gran parte del cuerpo. Contrario a lo que algunos practicantes piensan, no es una asana, sino una serie de movimientos encadenados que se sincronizan con la respiración y con la completa atención de la mente. S?rya Namask?r, denominación en sáncristo del saludo al sol, ejercita todos los músculos y da flexibilidad a la columna vertebral. Por otro lado, si se ejecuta con la actitud adecuada, ayuda a crear una atmósfera mental sáttvica o pura, centrando la mente en el presente.

Pero, el saludo al sol... ¿es muy antiguo?, ¿quién lo creó?

Bhavan Rao Srinivas Panta (alias Bala Sahib) es el autor del Surya Namaskar,; nació en la India en 1868 y lo ideo en 1929, siendo en 1938 cuando fue publicado en Londres un libro donde se explicaba esta práctica. Y a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial, el saludo al sol se difundió por occidente. Es por tanto una práctica relativamente reciente en el Hatha Yoga.

Beneficios
El conjunto de 12 posturas que forman el saludo al sol, mueven todo el cuerpo de pies a cabeza. Realizado a ritmo rápido es una excelente actividad cardiovascular, estira y tonifica una gran cantidad de músculos y prácticamente todas las articulaciones. El corazón, hígado, intestinos, estomago,.. no quedan tampoco indiferentes. Por todo ello aporta múltiples beneficios a la salud de quien lo practica habitualmente.

La Práctica
El saludo al sol, sin temor a equivocarme, es la secuencia más utilizada en las clases de Yoga de Occidente. Podemos realizarla de manera aeróbica, a modo de preparación del cuerpo antes las asanas, o también a un ritmo lento, marcando cada una de las posturas que la componen, en actitud más meditativa y de conexión con la mente y las emociones.

Las 12 posturas del saludo al sol

1. De pie, con la espalda y la cabeza rectas pero relajadas y los pies juntos, espira uniendo las palmas de las manos.
2. Inspira y estira los brazos por encima de la cabeza, arqueando el cuerpo hacia atrás.
3. Espira y coloca, en lo posible, las manos planas en el suelo, con las rodillas rectas.
4. Inspira y estira al máximo una de las piernas hacia atrás (la primera vez, la pierna izquierda). Baja la otra rodilla al suelo y mira hacia el frente.
5. Estira las dos piernas hacia atrás procurando, en lo posible, que piernas y espalda estén en el mismo plano, y aguanta la respiración.
6. Espira y flexiona las rodillas hasta tocar el suelo, al tiempo que llevas también el pecho a tocar el suelo, así como la barbilla o la frente.
7. Inspira, baja la cadera e inclina la cabeza hacia atrás, estirando los brazos, pero no completamente.
8. Espira y levanta las caderas.
9. Inspira y sitúa una pierna entre las manos apoyadas en el suelo (Si empezamos con la izquierda, la izquierda y si fue con la derecha, la derecha). Baja la otra rodilla al suelo y la cara mira hacia el frente.
10. Levántate y espira con los pies juntos, estirando las piernas.
11. Inspira y estira los brazos por encima de la cabeza, arqueando el cuerpo hacia atrás.
12. Espira mientras vuelves a la posición inicial.

Nota: Repetir el ejercicio, pero en el paso 4, desplazar la pierna derecha en lugar de la izquierda. Así realizaremos una serie completa.

Si tuviera que recomendaros una mini clase diaria de Yoga, de apenas unos 10-20 minutos, consistiría la realización de seis series de saludos al sol (completas, a derecha y a izquierda), de más dinámicos a más lentos, simplemente acompañados de 5 minutos previos de respiraciones y 5 minutos posteriores de relajación.

Daksha López - Profesor de Yoga y Meditación
Escuela de Yoga Naradeva